Las fortalezas de Madrid para ser la nueva City
Fiscalidad atractiva, calidad de vida y conexión con Latinoamérica son algunos de los puntos fuertes de Madrid que la Comunidad y un Gobierno ya con pleno poder quieren potenciar.
Nada más producirse el referéndum en el que Reino Unido votó a favor del Brexit en junio, la Comunidad de Madrid anunció que se postulaba como plaza financiera deseosa de atraer a empresas y directivos y que iba a lanzar medidas fiscales y favorecedoras de la inversión. La autonomía que dirige Cristina Cifuentes no ha parado de trabajar en este proyecto desde entonces en una carrera en la que también compiten Dublín, Fráncfort o París y en la que le faltaba proyectar una imagen de certidumbre y contar con el apoyo activo del Estado. Una vez que España ya cuenta con un Gobierno plenamente ejecutivo, ha llegado el momento de que se vayan concretando medidas y de que lleguen ofertas.
Así, Citibank ha comunicado a la CNMV su interés por Madrid dentro de su estudio de distintas alternativas, y ayer el Gobierno analizó en el Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Economía, Luis de Guindos, medidas para traer inversores, según explicó el portavoz, Íñigo Méndez de Vigo.
Daniel Lacalle, comisionado de Madrid para Reino Unido, explica a EXPANSIÓN que “la oportunidad que tiene Madrid es francamente positiva, como nos están demostrando las reuniones que estamos manteniendo con los potenciales inversores. Su respuesta está siendo muy buena. Madrid no era la primera opción que surgía en sus planes de forma intuitiva. Pero cuando se les explica bien, están respondiendo”.
La Comunidad de Madrid presentó en octubre el plan Think Madrid como pistoletazo de salida de su ofensiva. Cifuentes y Lacalle apuntaron que ya se estaba trabajando en la atracción de un universo de 500 empresas potencialmente interesadas, que responden a cinco perfiles: entidades financieras, de seguros y fondos de inversión no europeas con intereses en la UE; multinacionales no europeas con su sede central para Europa en Reino Unido; talento residente en Reino Unido que necesite el mercado de la UE para crecer, y start up. Lacalle conversa en Londres con “empresas financieras, tecnológicas y alguna industrial, que han mostrado un interés enorme”, sobre todo, “fondos de inversión y empresas” que la mayoría ya tienen presencia en España.
“Hasta ahora, hemos ido algo más lentos porque teníamos un Gobierno en funciones, lo que genera incertidumbre. Pero, una vez que se ha resuelto, volvemos a estar muy activos”, añade Lacalle, quien concreta que a los inversores “les atrae una conjunción de factores, sobre todo tres: el coste de vida, las infraestructuras y la fiscalidad. Irlanda puede tener mejor fiscalidad, pero aquí tenemos acceso a las infraestructuras, un parque inmobiliario de alta calidad y en las mejores zonas de la ciudad, la calidad de vida mejor, con una fiscalidad profesional atractiva. Además, Madrid tiene una oferta de educación pública y privada bilingüe que está entre las mejores de Europa”, detalla. Manuel Romera, director del Sector Financiero de IE Business School, subraya además que “la política en Espa ña está complemente volcada a conseguir que Madrid, que España, consiga esa capital financiera. Es algo espectacular, que no se da en otros paí ses”.
A juicio de Romera, “otras alternativas pueden ser Dublín, Fráncfort y París. Irlanda es más pequeño, pero su calidad de vida es peor. Frankfurt puede que tenga más tradición financiera, pero en esto momento su banca está mucho más débil que la espa- ñola. Y en París, el coste del mercado inmobiliario es prohibitivo”.
En esta línea, Lacalle apunta que “para los fondos de inversión, Madrid es una opción sencilla. Sobre todo porque muchos de ellos ya tienen ficha bancaria y porque casi todos ya están instalados en Madrid de una forma u otra”. Pero el comisionado de Madrid para Reino Unido no cree que se vaya producir una “diáspora masiva” de los fondos de Londres: “Fondos hay miles. Se moverán los que les encaje en su estrategia empresarial. Para uno que opera en Latinoamérica o quiere crecer allí, Madrid es la mejor opción”, remacha.
El plan Think Madrid Madrid analiza varias fortalezas de Madrid. Sobre todo, destaca la fiscalidad, aspecto en el que Madrid es una isla entre el resto de comunidades autó- nomas. Cifuentes ha subrayado que Madrid ya tiene la menor carga impositiva de toda España (IRPF, Sucesiones y Donaciones, Patrimonio, ITP y AJD) y en este capítulo resulta la capital europea que puja por atraer empresas y directivos del Brexit mejor situada, sólo por detrás de Dublín, pero sin estar siendo investigada por la Comisión Europea por sus presuntos pactos fiscales con Apple.
Sin embargo, pesa sobre Madrid el hándicap de la reciente subida de los pagos fraccionados en el Impuesto sobre Sociedades, en la mitad final del ejercicio, con el consiguiente mensaje de inseguridad jurídica que se ha trasladado, tributo al que además el Gobierno planea eliminar deducciones en las próximas semanas y que se proyecta acompañar de otras alzas fiscales. Según Lacalle, “las posibles subidas en el Impuesto sobre Sociedades del Gobierno no afectarían, porque no están dirigido a este tipo de inversor financiero”. Para ofrecer un incentivo extra a fondos e inversores, Madrid busca potenciar su atractivo fiscal con más medidas. La presidenta ha anunciado que se está trabajando en “mejoras de la fiscalidad corporativa y de impatriados” que consensuará con el Gobierno central, aunque ha advertido de que Madrid tiene autonomía para tomar decisiones en sus impuestos propios y cedidos y en la parte autonómica del IRPF.
La Comunidad tiene varios proyectos sobre la mesa que ahora debe analizar si los va a aprobar y cuándo y cómo anunciarlo, ya que pueden levantar suspicacias entre otras regiones. En un informe encargado a EY al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, se proyecta ofrecer un marginal má- ximo en el IRPF del 39% para profesionales altamente cualificados, cuatro puntos menos que el 43,5% que ya soportan, resultado de una deducción autonómica del 20%, que se acompañaría de exenciones en gastos por el desplazamiento, y que se podrían disfrutar durante 10 años. Además, se proponen modificaciones locales como en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que se debería acordar con el Ayuntamiento madrileño.
Fuente: Expansión