E l compromiso de Damm con la sostenibilidad parte de un modelo de gestión responsable basado en la búsqueda permanente del equilibrio económico, social y ambiental.
La compañía desarrolla un proceso de mejora continua mediante iniciativas específicas dirigidas a gestionar y minimizar el impacto ambiental asociado al proceso productivo. El respeto por el medioambiente es un principio básico de su gestión empresarial y, por ello, las acciones realizadas en este ámbito se marcan como claro objetivo mejorar la eficiencia en el uso de los recursos.
Damm implementa así un modelo de desarrollo enfocado a la optimización de los recursos para asegurar la productividad y la rentabilidad necesarias que garanticen perdurabilidad en el tiempo y capacidad de generar riqueza, desarrollo y confianza a lo largo de la cadena de valor. La compañía trabaja para minimizar el impacto ambiental mediante sistemas de gestión ambiental, así como iniciativas y políticas dirigidas a potenciar el desarrollo sostenible y el bienestar social de los distintos colectivos con los que interactúa.
Ecoeficiencia
Gracias a la implantación de sistemas de gestión ambiental, Damm obtuvo en 1999 la primera certificación ISO 14001. Desde entonces, se han implementado y certificado numerosas medidas encaminadas a cubrir la totalidad de las plantas productivas de cerveza, agua y refrescos. Esa ecoeficiencia es uno de los pilares en los que se sustenta su compromiso por la sostenibilidad con el objetivo de crear más bienes y servicios, a la vez que se reduce el consumo de recursos naturales y se genera energía de origen renovable.
La compañía ha invertido fuertemente estos últimos 20 años en la implantación de las mejores técnicas disponibles para lograr reducir el consumo de recursos. Damm ha apostado por actuar en la mejora de la utilización de agua en sus plantas, consciente de que se trata de una las principales materias primas del proceso productivo. Ese esfuerzo ha logrado importantes mejoras en ahorro y reutilización como la obtenida por Estrella de Levante, que se convirtió en la primera empresa de España con certificación de huella hídrica.
Además, los últimos resultados conseguidos en esta área muestran cómo Damm ha reutilizado un elevado porcentaje del agua total consumida durante los años 2014 y 2015, respectivamente. Esa tarea ha sido posible gracias a medidas específicas desarrolladas en sus fábricas, como la recuperación de aguas de proceso y su reutilización para las bombas de vacío. También la instalación de nuevos equipos de enfriamiento de agua que garantizan la protección de los recursos hídricos y la gestión eficiente de la extracción en función del estado del recurso y de la producción. Consumo energético En los últimos años, Damm ha logrado reducir un 20 por ciento su consumo de agua, una de las materias primas más importantes en su sector, que proviene en su mayoría de pozos y manantiales. En este descenso ha tenido un importante papel la implantación de buenas prácticas ambientales o la instalación de circuitos cerrados con los que se ha incrementado el aprovechamiento del agua, así como nueva maquinaria de consumo controlado.
La compañía también ha reducido el consumo de energía eléctrica en un 20 por ciento y cuenta con el certificado de garantía de origen “verde” emitido por la Comisión Nacional de la Energía. También ha instalado en sus fá- bricas diversas fuentes de energía renovable como placas solares y otros sistemas de aprovechamiento de luz natural, además de luminarias LED.
Damm es, además, miembro del Grupo de Gestores Energéticos (GGE), una iniciativa cuyo objetivo es fomentar el intercambio de experiencias e información en referencia a la gestión sostenible de la energía. Una de las buenas prácticas desarrolladas en este ámbito ha sido la instalación de 12.750 metros cuadrados de placas solares en las dos plantas de la compañía en El Prat de Llobregat (Barcelona).
En la fábrica de cervezas del polígono Mas Mateu se han instalado 6.000 metros cuadrados y en el centro logístico de la ZAL del puerto 6.750 metros cuadrados. Las placas fotovoltaicas de la fá- brica de Mas Mateu generan 720 kilovatios y las de la ZAL 810 kilovatios. En total, la electricidad que producen es de 2.200.000 kilovatios anuales, una energía similar a la que puede gastar una población de 3.200 habitantes. La generación de esta energía limpia que Damm vende a la red eléctrica, ahorra la emisión de 1.870 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera. La reducción del consumo no es la única línea estratégica por la que apuesta, también se buscan nuevas alternativas más respetuosas con el medioambiente. Así, por ejemplo, se han sustituido los combustibles fósiles por el gas natural como fuente de energía primaria, logrando un descenso del 37 por ciento del consumo de energía térmica. Así se ha conseguido que las fábricas de Damm aprovechen el biogás de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales Industriales (EDARI).
Estrella de Levante es, de nuevo, un buen ejemplo en este campo ya que, recientemente, inauguró una nueva planta de biometización situada en el paraje de Cañada Hermosa. A través de esta nueva instalación, no sólo se convierten sus residuos en energía sino que, además, se ha contribuido a la creación de 25 nuevos puestos de trabajo directos. La planta tiene una capacidad de tratamiento de 22.000 toneladas al año y puede generar más de dos millones de metros cúbicos anuales de biogás.
La compañía llevó a cabo este proyecto en estrecha colaboración con el Ministerio de Economía y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), entidades que promueven el desarrollo sostenible de este tipo de iniciativas. En la gestión de residuos, los objetivos principales son la reducción y la valorización. En los últimos años, Damm ha conseguido reducir en un 22 por ciento los residuos generados y ha aumentado hasta el 99 por ciento la valorización de los mismos. En la misma línea, y año tras año, Damm afianza su compromiso por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, para lo cual se han implantado fuentes de energía renovables y energéticamente eficientes.
La intención de la compañía es no solo elaborar cervezas de calidad para los más de 90 mercados en los que sus marcas están presentes, sino buscar la manera más sostenible de hacerlo siendo respetuoso con el medioambiente y con la sociedad. Al perseguir ese objetivo, Damm ha logrado aumentar en los últimos años un 22 por ciento la producción de cerveza realizando, paralelamente, importantes inversiones en sostenibilidad, medioambiente y eficiencia energética.
Proveedores
Damm integra la sostenibilidad en su ADN como compañía manteniéndola en el epicentro de cualquier proceso, bien sea de producción o de gestión de equipo, tanto en lo que se refiere a su propia plantilla como a sus stakeholders. En este sentido, los proveedores de materia prima de Damm tienen un papel relevante, ya que la compañía vela por que éstos rijan su actividad en línea a su filosofía de respeto por el medio ambiente. El 75 por ciento de sus proveedores es local y este porcentaje se eleva hasta el cien por cien en el caso de algunas de las materias primas que se utilizan en la elaboración de sus cervezas.
Los proveedores se someten a un sistema de evaluación que incluye: requisitos ambientales, huella de carbono, reducción de residuos, etc. Además de considerar aspectos en materia de innovación y calidad, Damm tiene establecidos unos criterios de homologación concretos, que afectan a todos y cada uno de los proveedores con los que colabora en diferentes ámbitos de actividad. La compañía es consciente de que una buena relación con este colectivo es fundamental para conseguir productos de calidad innovadores, y para avanzar conjuntamente hacia prácticas cada vez más sostenibles.
Desarrollo del lúpulo
Una prueba de este compromiso son proyectos únicos como la inversión en infraestructuras e instalaciones para el desarrollo del lú- pulo en el municipio de Prades, el desarrollo de purezas varietales en las zonas de suministro de Aragón, Cataluña y Albacete, los proyectos de trazabilidad únicos en Europa o los proyectos de huella hídrica también únicos en Europa en el sector primario.
Damm considera la innovación como la clave del progreso. Algo que se ve reflejado en su constante inversión en I+D+i. Por ejemplo, sólo en 2012 y 2013, los proyectos desarrollados con repercusión en la mejora del comportamiento ambiental de Damm supusieron una inversión de más de 8 millones de euros. Esta cifra se destinó principalmente a la reducción de la contaminación, la optimización de los recursos naturales, la gestión de residuos, la reutilización de subproductos resultantes de la elaboración de cerveza, el ahorro energético y la ecoeficiencia.
Todo ello, implantando las mejores técnicas disponibles (MTD) del sector. La compañía apuesta fuertemente por la innovación de manera transversal desde cada una de una de sus empresas. El desarrollo de nuevos productos, servicios, procesos, sistemas de comercialización y métodos de organización contribuye a optimizar los recursos e incrementar su competitividad. Damm logra así, a través de la innovación, dar respuesta a las necesidades actuales y futuras de sus clientes y consumidores. El desarrollo de proyectos en esta área se realiza de manera autó- noma y de la mano de otros colaboradores tanto públicos (universidades) como privados (centros tecnológicos) en búsqueda de un avance sostenible de su actividad.
Fuente: El Economista Extra