El coste bruto se redujo un 0,2% hasta 30.844 euros al año
Las cotizaciones sociales son el 22,4% del total, hasta 6.897 euros
El coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador en 2013 ascendió a 30.686,7 euros, un 0,1% más que en el año precedente, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El coste bruto por trabajador alcanzó los 30.844,5 euros el año pasado, con un descenso anual del 0,2% respecto al ejercicio 2012. Las subvenciones y deducciones públicas supusieron 157,78 euros de media en 2013.
El 73,4% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, por un importe de 22.653,5 euros por trabajador, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social representaron el 22,4% del total, hasta 6.897,1 euros. Los sueldos y salarios más las cotizaciones constituyeron, conjuntamente, el 95,8% del coste bruto.
Además de estas partidas, 456,8 euros anuales se destinaron a beneficios sociales por trabajador (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones, prestaciones complementarias a la Seguridad Social, etc.); 294,5 euros a otros gastos derivados del trabajo (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, transporte, etc.); 441,4 euros a indemnizaciones por despido, y 100,9 euros a formación profesional.
En 2013, el 94,8% de los empresas regulaban sus condiciones laborales mediante convenio colectivo, con efectos sobre el 88,7% de los trabajadores. El 3,2% de los centros de trabajo, representativos del 8,3% de los trabajadores, vieron modificadas sus condiciones de trabajo durante el año pasado.
Mayores costes en la industria
La industria, con un coste total neto por trabajador de 36.536,61 euros durante 2013 fue el sector económico con mayores costes laborales y también con el mayor incremento anual de los mismos (1,9%), experimentando subidas tanto el coste salarial como el coste no salarial.
En el sector de la construcción el alza del coste neto fue del 0,9% con respecto al año anterior. En este sector destacó el crecimiento del coste salarial (del 0,5%) y, especialmente, el del coste no salarial (1,8%).
El sector servicios presentó un descenso del coste neto del 0,3%, como consecuencia de la misma disminución en el coste salarial y no salarial.
Las diferencias entre el coste laboral por trabajador según las distintas actividades fueron notables, con un amplio registro que oscila desde 18.425,27 euros anuales brutos por trabajador en hostelería hasta más de 81.750,49 euros por asalariado en suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
Mejores sueldos en energía y finanzas
Las actividades energética y financiera destacaron por ser las que mayores sueldos y salarios pagaron a sus trabajadores y las que asumieron mayor coste en beneficios sociales. Además en ellas las indemnizaciones por despido supusieron un mayor coste.
Las industrias extractivas y la construcción fueron las actividades con más gastos derivados del trabajo (ropa de trabajo, pequeño utillaje, transporte, indemnizaciones por fin de contrato, pagos compensatorios…). La construcción presenta el mayor peso de las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, sobre el coste total.
En cuanto a la formación de los trabajadores, las industrias extractivas y el suministro de energía eléctrica son las que más invirtieron en actividades formativas. Por el contrario, Las actividades artísticas y la hostelería registraron el menor gasto en esta partida.
Las mayores subvenciones y deducciones fiscales por creación de empleo y fomento de la formación profesional se lograron en los otros servicios mientras que las menores se presentaron en la educación.
Las grandes empresas pagan más
Las empresas de mayor tamaño (con 200 o más trabajadores) pagaron mayores sueldos por trabajador que las empresas medianas y pequeñas (de 50 a 199 asalariados y de menos de 50, respectivamente). En consecuencia, también cotizaron más a la Seguridad Social.
Las mayores subvenciones y deducciones fiscales por trabajador, en valor absoluto, las recibieron las empresas de tamaño medio, seguidas por las pequeñas.
Los beneficios sociales y gastos en formación profesional fueron significativamente mayores en los centros de mayor tamaño, mientras que los costes derivados del trabajo fueron superiores en los centros pequeños y medianos.
Más coste laboral en País Vasco y Madrid
Por comunidades, el coste laboral más elevado se da en País Vasco y Comunidad de Madrid y el menor, en Extremadura y Canarias. Las empresas vascas y madrileñas fueron las que pagaron mayores salarios y tuvieron gastos más elevados en beneficios sociales.
En cuanto a la variación interanual del coste laboral, las comunidades con mayores incrementos fueron Galicia, País Vasco y Aragón. Por el contrario, Extremadura, Castilla y León y Cantabria presentaron los descensos más importantes.
En cuanto a la formación profesional, Madrid y Andalucía presentaron los mayores costes mientras que en Baleares y Canarias se registraron los menores. Las mayores indemnizaciones por despido tuvieron lugar en Aragón y Comunidad de Madrid.
Las empresas de Cantabria y País Vasco recibieron las mayores subvenciones y deducciones fiscales vinculadas al empleo y a la formación profesional.
¿Qué es el coste laboral?
El coste laboral se define como el coste en que incurre el empleador por la utilización del factor trabajo y comprende seis partidas.
1. Coste salarial: comprende todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie, ya retribuyan el trabajo efectivo o los periodos de descanso computables como de trabajo; incluye por tanto el salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados. Se recoge en términos brutos, es decir, antes de las retenciones a la Seguridad Social.
2. Cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social: se integran aquí las cotizaciones por contingencias comunes, horas extras, contratos de formación y prácticas, servicios comunes, accidentes de trabajo y enfermedad profesional, desempleo, fondo de garantía salarial (Fogasa), y formación profesional.
3. Cotizaciones voluntarias: son las contribuciones establecidas en los convenios colectivos y que se realizan para mejorar las prestaciones cubiertas por el sistema de Seguridad Social o para cubrir otras no contempladas. Destacan los planes y fondos de pensiones, los seguros de enfermedad, maternidad y accidente, y otros planes de seguros.
4. Prestaciones sociales directas: son pagos que el empleador hace directamente al trabajador o a su familia, para asistirle en determinadas circunstancias. Tales pagos derivan de incapacidad temporal, desempleo, jubilación, muerte y supervivencia, invalidez o minusvalía, asistencia familiar y asistencia médica.
5. Otros componentes de coste: incluyen las indemnizaciones por despido, los gastos en formación profesional,los gastos en transporte, los gastos de carácter social (comedores, guarderías, actividades deportivas y culturales, etc.), y otros gastos como los pagos compensatorios (ropa de trabajo, quebranto de moneda, pequeño utillaje, etc.), indemnizaciones por fin de contrato, dietas y gastos de viaje, selección de personal, etc.
6. Las subvenciones: suponen una minoración del coste laboral bruto y pueden ser subvenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, las subvenciones a la contratación, las subvenciones a la formación profesional y las deducciones fiscales.
El coste neto es el coste bruto total menos las subvenciones.