Dos millones de kilómetros de cables, una distancia con la que se podrían dar unas 50 vueltas al planeta por el ecuador, transportan electricidad producida por la italiana Enel en todo el mundo. 384.000 de estos configuran la red de su filial española, Endesa, lo que equivaldría más o menos a un viaje entre la Tierra y la Luna. Y todo ello con un millón de transformadores, de los que 150.000 están en España.
«La tecnología es la única vía para controlar» estas infraestructuras, asegura Robert Denda, director de tecnología e innovación de distribución del Grupo Enel-Endesa. Para aumentar al máximo la eficiencia y la calidad del suministro, la empresa se vale desde la realidad aumentada hasta el apoyo a start-ups.
Enel cuenta con 4.000 millones hasta el 2019 para dedicarlos a su red. En España son 662 millones entre este año y el 2021. En este nuevo entorno, en el que cambia el rol del distribuidor, emergen las nuevas tecnologías y la digitalización. «El contador se convierte en un sensor en la red», agrega Denda.
Junto con Kic Innoenergy y el Institut de Recerca en Energia de Catalunya (Irec) y La Salle, la compañía celebró en julio una cumbre con start-ups en Barcelona para afrontar los retos de la digitalización de la red. «Antes, la innovación se hacía de puertas para adentro. Se seguía el modelo interno y con proveedores. Ahora se ha añadido la industria Hasta el 2021, prevén inyectar a sus redes en España un total de 662 millones 4.0 y la innovación abierta», explica Denda. Se usan desde sensores de infrarrojos hasta acústicos, conectividad, internet de las cosas, autoaprendizaje de las máquinas… Existe, por ejemplo, el mantenimiento preventivo, con un sensor que escucha el transformador y detecta cambios de sonido que pueden indicar potenciales averías.
De un total 10 start-ups se seleccionaron tres, con las que la compañía firmó convenios de colaboración. Una se basa en smartglasses (gafas inteligentes) y realidad aumentada para la operación interna; otra, en sensores de internet de las cosas para la baja tensión con vistas a optimizar la gestión de la red, y la tercera es una plataforma de software para integrar los sensores que controlan la red de distribución.
Barcelona, centro global
En Barcelona, la compañía tiene un centro de tecnologías y competencias para todo el grupo y ha puesto en marcha tres proyectos piloto. El primero, Grow Smarter, integra sensores para crear una red de internet de las cosas en el distrito 22@ de Barcelona, también con sensores ambientales.
El segundo, SmartNet, es un proyecto de un consorcio en el que participa Endesa para aplicar las nuevas tecnologías cara a agregar a consumidores y productores a pequeña escala a través de un agente de mercado para desarrollar servicios de ajuste por parte de la generación distribuida que ganará protagonismo con una mayor producción con energías renovables.
El tercero, RescCue, está destinado a determinar la resiliencia (capacidad de adaptarse a las adversidades) de las ciudades ante el cambio climático.
Fuente: El Periódicode Catalunya