Roma, hace unas semanas, con críticas hacia algunas de las acciones que ha emprendido el Papa. Los medios de comunicación italianos atribuyeron estas acciones a la corriente ultraconservadora en el seno de la Iglesia.
Sin embargo, a raíz de la medida anunciada ayer, la pegada de carteles se entiende como un uso no permitido de su imagen, pero cuya finalidad es la crítica política. Se deduce, por ejemplo, de las palabras publicadas en la edición digital del periódico católico «Avvenire»: «(Esta medida) no tiene que ver con los carteles contrarios al Papa pegados en Roma».
Así pues, se trata de una medida que prevenga y controle que no se gane dinero usando la imagen del Papa y de los símbolos pontificios, para más gravedad, sin ninguna autorización previa. El objetivo que se ha marcado la Secretaría de Estado es claro: «Proteger la imagen del Santo Padre, para que su mensaje puede alcanzar a los fi eles íntegro y su persona no sea instrumentalizada».
Fuente: La Razón