Tras más de 10 años de vicisitudes judiciales, finalmente el Tribunal Supremo ha condenado a cuatro ex directivos y a la nueva empresa que crearon, por violación de secretos empresariales, al apropiarse de bases de datos internas y por conductas contrarias a la buena fe, aprovechándose para ello de los medios materiales de la empresa para la que trabajaban.
Esos cuatro directivos se dieron de baja sin previo aviso. Unos días después ya estaban operando a través de la nueva empresa por ellos constituida, ofreciendo los mismos productos y servicios. En tres días causaron baja 7 empleados, y pocas semanas después 32.
En su sentencia, el Tribunal Supremo advierte que “es doctrina reiterada que la constitución por un trabajador o un socio que se marcha de una empresa a otra con el mismo objeto no es competencia desleal, sino ejercicio de la libre iniciativa empresarial.
Sin embargo, no fue tal la actuación de los demandados, sino que gestionaron la constitución de la nueva empresa mientras prestaban servicios para la demandante utilizando los medios materiales que les habían sido asignados, aprovecharon sus inversiones y se dieron de baja simultáneamente y sin preaviso, provocando que quedara de manera repentina sin personas que se hicieran cargo de la dirección, creando de ese modo una situación de desconcierto y desgobierno en su propio beneficio”.